| Porque Dios mandó a su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para salvarnos, para que cambiemos de forma de vida, tengamos una relación de amor con Dios y con nuestro prójimo. Pero sabiendo que Él podría actuar como nuestro enemigo, inclusive, debemos amarlo.
La fe en su Hijo nos conduce al Padre y sobre el perdón que nos libera del odio y rencor, y nos acerca a amar a esa persona con la que estábamos alejados, y a reconstruir nuestra relación con Dios.
Nos habló del diablo que busca tentarnos y así alejarnos del Señor y de nuestra salvación. Quiero decirle que debemos estar atentos en nuestra relación con el prójimo, que a veces necesitan de nosotros nuestra ayuda o auxilio; otras nos atacan sin motivo. En la situación de enojos, podemos descubrir al enemigo (diablo), y más aún cuando estamos buscando que haya paz con Nuestro Señor Jesucristo. Va a ocurrir algo fuera de lugar en la que podemos ver que Él está detrás de la situación que provocó todo.
Por Sergio Asef.